domingo, 29 de noviembre de 2015

Consejos para conducir bajo el calor veraniego

El calor puede convertirse en la mayor pesadilla del conductor durante los meses de diciembre, enero y febrero. Proponemos algunos consejos básicos para no convertirnos en presas del 'ahogo' veraniego.


- Evitar las horas más calurosas: todos sabemos que el sol de las horas centrales del día puede llegar a ser insufrible. De hecho, según concluyen ciertos estudios, conducir un auto con más de 25 grados en su habitáculo provoca fatiga, estrés y sueño. La probabilidad de accidente en estos casos puede aumentar hasta un 17%, nada menos. ¿Solución? Si se puede, planificar el viaje para salir pronto por la mañana. 

- Paradas: hasta la saciedad hemos oído hablar de la importancia de parar cada 200 km ó dos horas -más o menos- cuando circulemos por la carretera. Pero es que si esto es importante en cualquier viaje, más lo es aún en los desplazamientos veraniegos, ya que el calor aumenta el cansancio y la sensación de fatiga. 


- Ambiente fresco, pero sin pasarse: bendito aire acondicionado y demás sistemas de climatización... Afortunadamente hace años que no tenemos por qué sufrir los rigores del calor del verano en nuestros desplazamientos. Pero ojo, esto no significa que convertir el auto en un congelador sea una buena idea. Además, la temperatura que a ti te conviene quizá no sea la que hace sentir cómodos al resto de pasajeros de tu auto. 
- Nadie en el interior: cuando un coche queda estacionado no debemos dejar dentro niños ni animales. Sin excepción. Ni siquiera con alguna ventanilla ligeramente bajada. El habitáculo del auto se convierte en un hervidero en el que la temperatura sube por encima de los 50 grados en un abrir y cerrar de ojos. 
- Busca un buen lugar para estacionar: si es posible, pierde un par de minutos más buscando esa sombra tan ansiada. No es tontería, cuando vuelvas a tu coche te acomodarás en un espacio cuya temperatura estará 15 grados por debajo de lo que estaría si lo hubieras dejado al sol. 
- Si circulas con un auto que ya tiene unos cuantos años a sus espaldas o con cierta tendencia a calentarse, debes saber que cuando el motor alcanza elevados niveles de temperatura y se muestra incapaz de refrigerarse, basta con poner la calefacción -y su ventilador- a tope para llegar al destino con garantías.
- Refrigerante: hay que hacerlo siempre, pero cuando las temperaturas son extremas, más aún. Comprueba el líquido refrigerante de tu vehículo antes de salir de viaje. No sólo debe haber un nivel adecuado sino que debe estar en buenas condiciones para que haga su efecto. Si fuera necesario, en cualquier gasolinera podrías abastecerte. 
- Ropa adecuada: Ir cómodo al volante es fundamental. Pero la comodidad no debe interponerse en la seguridad.